La piña es una de nuestras frutas preferidas, no solo es tremendamente refrescante y dulce, también tiene propiedades digestivas, además de muchos otros beneficios para la salud. Y qué mejor que disfrutar de esta deliciosa fruta en forma de postre.
En La Base de la Pastelería vamos a contarte cómo hacer una tarta de piña sin horno siguiendo una serie de pasos muy sencillos.
Ingredientes
Vamos a contarte todo lo que necesitas para hacer esta tarta, pero antes te recomendamos que te hagas con nuestra base de galletas. Hacer la base de una tarta es un proceso complejo y a menudo puede fallar la consistencia, dando al traste con el resto del postre.
- Base de galletas
- 1 lata grande de piña en su jugo (o rodajas cortadas de piña natural)
- 2 sobres de gelatina de piña
- 200 ml de nata para montar
Instrucciones
Ahora sí, tenemos todo lo necesario para hacer esta deliciosa tarta de piña sin horno. Solo queda seguir los siguientes pasos:
- Preparamos la base de galletas, poniéndola en el fondo de un molde desmontable, y la presionamos con cuidado para que quede uniforme. Ya tenemos un soporte sobre el que trabajar.
- Vamos a disolver la gelatina. De la lata de piña (en caso de que escojamos esta opción) reservamos un vaso con el jugo. Si usamos piña natural saltamos este paso. Lo vertemos en una cacerola y la ponemos al fuego, solo unos minutos. Una vez empiece a estar caliente, vamos a echar los dos sobres de gelatina de piña y removemos para que se disuelvan. Lo dejamos enfriar a temperatura ambiente.
- Tenemos que montar la nata, para ello vamos a usar una batidora eléctrica hasta conseguir una consistencia firme. Esto nos servirá para darle una textura cremosa a la tarta de piña.
- Volvemos a la gelatina, que debería haberse enfriado a temperatura ambiente. Vamos a mezclarla con la nata montada, asegurándonos de que el resultado es una crema suave, y de que no quedan grumos.
- Ahora trituramos las rodajas de piña (aunque te recomendamos que reserves 2 o 3 para decorar la tarta al final). Una vez trituradas, las mezclamos con la crema de gelatina y nata que hemos obtenido en el paso anterior. Ahora mismo tendremos una crema de piña con un aroma delicioso.
- Ahora tenemos que montar la tarta. Vierte la crema de piña del paso anterior sobre la base de galletas, y ayudándote de una espátula, extiéndela hasta cubrir toda la superficie. Asegúrate de darle un aspecto presentable, pues este es uno de los últimos pasos de la receta.
- La tarta necesitará reposar en la nevera durante 4 horas, para que la gelatina cuaje y la crema de piña adquiera la textura perfecta.
- Decora la superficie con las rodajas de piña que has reservado de la lata. También puedes añadir cerezas confitadas o algún toque de nata montada para darle un toque irresistible. ¡Ya tenemos la tarta de piña lista para degustar!
Consejos Finales
Vamos a darte algunos consejos extra para que personalices la tarta a tu gusto:
- Textura más cremosa: Si quieres que la tarta sea más cremosa, solo tienes que añadir más nata montada. En lugar de 200 ml puedes subir a 300 ml, aunque también tendrás que aumentar la cantidad de gelatina para que la tarta mantenga una consistencia firme.
- Puedes usar piña natural: Hemos usado piña en lata durante la receta tanto por comodidad como por el dulce sabor que ofrece el jugo, pero también puedes usar una piña natural. Tendrás que cocinarla, ya que la textura es más dura y eso puede hacer que la gelatina no cuaje.
- Un toque extra de coco: El coco rallado combina fenomenal con el sabor de esta tarta, por lo que puedes cubrir la superficie para darle un tono de sabor aún más tropical.
La tarta de piña sin horno es un postre delicioso, refrescante y que se diferencia de los postres más habituales. Sigue visitando nuestra sección de Ideas y Recetas para descubrir nuevos consejos de repostería y más postres deliciosos.